Pur - Abenteuerland

El cielo triste me enferma:
una tela gris y pesada
que casi ahoga los sentidos.
La costumbre (está) de visita.

Hace tiempo que no he rellenado el depósito.
Las pilas están agotadas.
(Estoy) perdido en un laberinto.
¡Oh, ya no veo el camino!

Quiero irme, quiero salir,
quiero ... deseo algo [para mí].

Y un niño pequeño me coge de la mano.

Me hace un gesto con la mano y sonríe con picardía:

Márchate, sal de aquí.
Ven, te enseñaré algo

que has olvidado
por tanta racionalidad.

¡Vente!

Ven conmigo al país de las aventuras,
a tu propio viaje.
Ven conmigo al país de las aventuras.
El precio de la entrada es la racionalidad.

Ven conmigo al país de las aventuras
y hazlo a tu manera.
Tu fantasía te regalará un país:
el país de las aventuras.

(Con una) forma nueva, juguetonas y salvajes,
las nubes pintan un cuadro.
Además el viento silba esta canción
cumpliéndose todo deseo.

Yo invento, transformo con el poder de la magia.
El ejército de los dedos índices grita:
«¡Estás pirado!»

Yo (les) saco el dedo (corazón).
Yo tengo el poder
mientras el niño pequeño que está ahí en el espejo
siga sonriendo con picardía.

Yo embrujo, destierro.
Yo tengo el poder
mientras el niño pequeño que está ahí en el espejo
siga sonriendo con picardía.

¡Vente!

Ven conmigo al país de las aventuras,
a tu propio viaje.
Ven conmigo al país de las aventuras.
El precio de la entrada es la racionalidad.

Ven conmigo al país de las aventuras
y hazlo a tu manera.
Tu fantasía te regalará un país:
el país de las aventuras.

Peter Pan y el Capitán Garfio
con diecisiete dragones de fuego:
todo lo puedes ver, si quieres.

Pájaros de trueno, gritos primigenios,
ángeles que se ríen ruidosamente:
todo lo puedes oír, si quieres.

Puedes flipar, ir a toda velocidad, volar
y conseguir el caballo más grande.
Puedes bailar, tambalearte, soñar
y no asistir a la escuela.

Todo eso es posible dentro de ti,
en tu país.
Sólo atrévete a perder la chaveta,
está en tu mano.

¡Vente
a tu propio viaje!
¡Vente
y hazlo a tu manera!

Ven conmigo al país de las aventuras,
a tu propio viaje.
Ven conmigo al país de las aventuras.
El precio de la entrada es la racionalidad.

Ven conmigo al país de las aventuras
y hazlo a tu manera.
Tu fantasía te regalará un país:
el país de las aventuras.