Mira, yo quería ser un modelo para estos jóvenes de aquí,
en una zona donde construyen a personas extrañas a base de semillas de cannabis,
donde huele a humo en calles secundarias, por supuesto.
Dime, ¿puedes ver esto?
Y salgo corriendo por la puerta a la calle, solo,
por el mismo camino que ando desde que mis piernas me llevan.
Y efectivamente, yo no quería en absoluto rapear,
lo que quería era tu sonrisa,
allí donde hojas marrones rojizas refractan los rayos del sol.
Y yo no podía salir de aquí, donde el tilo toca el cielo, rey de la ciudad.
Sin ti no habría tenido sentido.
Llámame Frustra porque yo sabía compartir
ya que tenía que hacerlo.
Y eso antes de saber escribir.
Y nunca supe lo fácil que puede llegar a ser.
¿No es verdad que hace milagros?
He llegado, por fin, después de un cuarto de siglo,
proveniente de un tiempo en el que Pac justo acababa de morir.
Estuve de madrugada en las pintadas de grafitis en vagones de tren,
pero ya no siento respeto por ello.
Un país entero se compra coches blancos como la nieve
para no sentir la suciedad.
Una nación sin sentido. No hay niños llenos de orgullo.
Continúan siendo esclavos, sólo que las cadenas son de plata y oro.
¡Puedo verlo!
¿Puedes verlo tú?
Dime, ¿puedes verlo?
Ver que el mundo entero está hoy en día al revés.
Dime, ¿puedes verlo?
Solo un instante de humo alrededor de nada.
Dime, ¿puedes verlo?
¿Puedes verlo?
Dime, ¿puedes verlo?
Y ella me sigue despertando cada mañana.
Escucho su voz, pero ya no estoy durmiendo.
Abro los ojos, fuera el cielo todavía está de color negro.
Pienso que ella ya se ha levantado.
Su lado de la cama está frío y abandonado.
Ella hace tiempo que no está,
pero eso solo lo vuelvo a tener claro
cuando me despierta el agua que desprende vapor.
Aquí todo está muerto y vacío,
nada es mágico, no hay encanto.
Cuando ella consiguió lo que quería,
yo no tuve más remedio que darme cuenta
de que esto no es en absoluto mi sueño.
Soy un don nadie en la cadena de fabricación,
pero una estrella cuando estoy ahí fuera.
Me parece increíblemente estupendo que miles de personas
canten mis letras cuando están tristes.
Estoy anestesiado, no siento nada, tengo náuseas.
A veces también me he arrepentido.
Pero ahora más que nunca,
porque he metido mis alas en el fuego.
Vuelo por última vez,
y eso que ello puede terminar mortalmente.
En algún momento, o bien lo tendré todo en las manos, o nada.
Esto quemado por dentro.
Dentro de mí hay cien espíritus del bosque malignos.
Chispas bailan en el viento como hermosísimos vestidos de baile.
Porque si vives, eso no quiere decir que vivas.
Y si duermes y duermes, ya casi es demasiado tarde para ti.
¡Puedo verlo!
¿Puedes verlo tú?
Dime, ¿puedes verlo?
Ver que el mundo entero está hoy en día al revés.
Dime, ¿puedes verlo?
Solo un instante de humo alrededor de nada.
Dime, ¿puedes verlo?
¿Puedes verlo?
Dime, ¿puedes verlo?
¡Puedo verlo!
¿Puedes verlo tú?
Dime, ¿puedes verlo?
Ver que el mundo entero está hoy en día al revés.
Dime, ¿puedes verlo?
Solo un instante de humo alrededor de nada.
Dime, ¿puedes verlo?
¿Puedes verlo?
Dime, ¿puedes verlo?
© Pablo Mendoza Casp, 2020