¡atrévete a saber!

La Ilustración es el proceso en el que el ser humano sale de su inmadurez, de la cual él mismo era culpable. La inmadurez es la incapacidad de servirse del propio entendimiento sin la tutela de otra persona. Uno mismo es culpable de esta inmadurez cuando su causa no reside en un defecto del entendimiento, sino en la falta de decisión y valor para servirse de ese entendimiento independientemente. Sapere aude! ¡Ten el valor de servirte de tu propio entendimiento! Ésta es la divisa de la Ilustración.

La pereza y la cobardía son los motivos por los cuales a una cantidad tan grande de personas les gusta seguir siendo inmaduras toda su vida, a pesar de que la Naturaleza las liberó de la tutela ajena [...] mucho tiempo atrás. Por eso les es muy fácil a otros erigirse en sus tutores. ¡Es tan cómodo ser inmaduro! Si tengo un libro que piensa por mí, un sacerdote que reemplaza mi conciencia moral, un médico que juzga acerca de mi dieta, y así sucesivamente, no necesitaré del propio esfuerzo. Con sólo poder pagar, no tengo necesidad de pensar: otros harán por mí tan fastidiosa tarea. Aquellos tutores, que muy amablemente han tomado la supervisión, ya se encargan de conseguir que la mayoría de las personas [...] consideren el paso a la madurez muy costoso y además muy peligroso. Después de haber entontecido a sus reses domesticadas y de haber evitado cuidadosamente que estas pacíficas criaturas osen dar un solo paso fuera del andador en el que las encerraron, les muestran a continuación el peligro que las amenaza si intentan andar solas. Lo cierto es que ese peligro no es tan grande, pues después de algunas caídas habrían aprendido a caminar; pero los ejemplos de esos accidentes normalmente provocan temor y disuaden de cualquier otro intento.

IMMANUEL KANT, año 1784