A continuación unas cuantas citas extraídas del libro Traficantes de salud. Cómo nos venden medicamentos peligrosos y juegan con la enfermedad, de Miguel Jara.
Más del 90% de las medicinas logran su efecto solo entre el 30% y el 50% de las personas.” Roses, Allen (exdirectivo de los laboratorios farmacéuticos GlaxoSmithKline)
La ciencia - del latín "scientia" (= conocimiento exacto y razonado de las cosas) - está prostituida de manera contínua por el interés económico.
¿Por qué pueden encontrarse en las farmacias potingues (= medicamentos) con muertes a sus espaldas, cuyos responsables reconocen que existen alternativas mejores o simplemente desconocen su funcionamiento en nuestros cuerpos?
Procesos comunes presentados como problemas médicos, como la calvicie. Síntomas moderados transformados en el augurio de una enfermedad grave, como el síndrome del intestino irritable. Problemas personales o emocionales transfigurados en clínicos, caso de algunos padecimientos psicológicos. Estimaciones exageradas sobre alguna enfermedad para crear un problema médico: disfunción eréctil. Son algunas realidades que los laboratorios provocan en su propio beneficio.
El ejercicio de observación de la realidad nos puede conducir a descubrimientos sorprendentes. Hasta no hace muchas décadas la aparición de una enfermedad llevaba aparejada la investigación de sus causas y el desarrollo de algún medicamento que la combatiera con eficacia. Esta misión solían llevarla a cabo científicos puros que trabajaban para instituciones públicas; seres para los que la ciencia debía estar al servicio de las personas y que en gran parte de las ocasiones no patentaban sus descubrimientos para facilitar un acceso barato. Esta lógica se ha invertido. Hoy, buena parte de los laboratorios disponen de moléculas en busca de una utilidad. Primero conciben el producto y luego presionan para que aparezca la necesidad de su uso. Para ello la industria farmacéutica utiliza tácticas de promoción muy agresivas que olvidan cualquier paradigma ético".
© Pablo Mendoza Casp, 2006-2019